Emilio Mirabelli
(Centro de Lombricultura, Facultad de Agronomía de Buenos Aires)
(CALDOS –
TÉS)
Definición: Son preparaciones
acuosas de material orgánico en compostaje o compostado
preferentemente. A los extractos vegetales se les denomina de igual
modo. Los tés de compost pueden utilizarse solos, o añadiendo
caldos de vegetales y otros elementos, para incrementar el desarrollo
de microorganismos útiles y dotar de mayor resistencia a
enfermedades, a los suelos y las plantas.
Razones de su aplicación: El
empleo excesivo de los plaguicidas industriales que inicialmente
permiten el aumento de producción vegetal, puede generar en el
mediano plazo, siendo optimistas, un impacto negativo profundo en los
microorganismos de suelos y plantas. La aplicación de caldos o tés,
mejora el desarrollo de los citados.
Beneficios de la aplicación de
los caldos:
Aumentan la capacidad antagónica
de los microorganismos útiles.
Proveen nutrientes a las plantas
y suelos.
Inoculan microorganismos en
suelos y en hojas, que influirán positivamente en el metabolismo
vegetal, acelerando la destrucción de las toxinas.
Aumentan la calidad de los
productos vegetales.
Reduce la exposición a los
residuos químicos peligrosos.
Reducen el impacto negativo del
uso abusivo de los biocidas.
Reduce los costos de aplicación
de los productos biocidas químicos, al utilizarse menos cantidad.
La elaboración de caldos
conlleva el mecanismo del compostaje de residuos que de otro modo,
irían a destrucción por enterramientos o incineraciones, sistemas
contaminantes del ecosistema.
Factores que afectan la calidad de
los caldos.
No todos los caldos tienen la misma
calidad, por la variabilidad de los residuos a compostar.
Fuentes y calidad del
compost.
Los
compuestos orgánicos, toxinas, microorganismos benéficos y
parásitos, pueden ser extraídos del compost.
Si el
compost está bien echo, los microorganismos parásitos disminuyen y
aumentan los benéficos. Para maximizar la población de benéficos,
es importante que el caldo tenga la mayor cantidad posible de macro y
micronutrientes y que haya poca cantidad de toxinas. Para que esto se
cumpla, el material debe haberse expuesto por lo menos tres días a
temperaturas de 50-55ºC, aunque hasta dos semanas, es más
seguro. La temperatura no debe exceder mucho más de 60 ºC y el
nivel de oxígeno no debe ser menor a 8-12% durante el tiempo de
compostaje.
Si la
temperatura del compostaje sube demasiado (más de 75ºC), puede
detenerse el proceso, por eliminación de los microorganismos
termófilos encargados de la “pasteurización”, y si es demasiado
baja (menos de 40 ºC) en el momento de la natural tendencia
termófila, el compost se hace anaerobio, y esto es peligroso para la
elaboración de caldos. Cabe aclarar que el compostaje aeróbico, con
temperaturas altas correctas como las mencionadas en el momento de
máxima degradación del material orgánico, asegura la actividad de
la mayoría de los microorganismos nativos del compost (todos
útiles), y que son los que prevalecerán en el período de
maduración. La mayor cantidad de microorganismos indígenas, asegura
el control de los importados al sistema, que tienen
necesidades distintas, que el compost no puede satisfacer plenamente,
, y que están allí porque fueron traídos por el material orgánico
o el mal manejo del mismo, pero que tienen mucha habilidad
competitiva, entre las cuales está la capacidad de formar quistes
o cubiertas protectoras para sobrellevar los períodos de alta
temperatura y abundancia de oxígeno, y así sobrevivir. Entonces, el
compost para elaboración de caldos, debe estar sanitariamente bien
realizado, siendo la forma más correcta de asegurar ello, el
registro anterior, medio y posterior por análisis biológicos, de
presencia de indicadores de contaminación: fecales y alimenticios,
nematodes, parásitos, etc. durante el desarrollo del compostaje.
Si el
material de partida para los caldos es el lombricompuesto, la
alimentación de las lombrices que hacen a este compostaje, debe
hacerse con el material sanitariamente tratado como se indicó
anteriormente, por compostaje aerobio. Las lombrices pueden
transmitir por sus desechos, organismos útiles o parásitos, según
su fuente de alimentación.
Trama de la malla o filtro de
la solución.
El tamaño
del orificio determina el tipo de partícula sólida que pasa al
caldo. A medida que el orificio disminuye, es probable que pasen al
caldo, desde la solución de compost, solo sustancias solubles. Esto
es muy importante cuando se aplica el caldo en pulverizaciones, ya
que las partículas gruesas pueden tapar las boquillas aspersores.
Las
mallas que pueden utilizarse varían entre simples medias de seda o
nylon, o materiales de algodón de trama cerrada, que son los más
indicados. Puede también utilizarse, mallas metálicas de bronce o
estañadas, y arpillera de yute o cáñamo, aunque cuando son nuevas
deben lavarse previamente para eliminar los productos de la
preservación que pueden estar impregnando este material.
Tiempo de elaboración
(brewing)
Cuanto
mayor es el tiempo del compost en agua, mayor es el pasaje de
elementos solubles al caldo y de alimentos rápidamente aprovechables
a los microorganismos, especialmente bacterias y hongos.
Si el
caldo está bien aireado (por remoción, soplado de aire, burbujeo o
cualquier otro sistema), el máximo desarrollo de los microorganismos
ocurre dentro de las primeras 18-24 horas. El exceso de este período,
conduce al mayor desarrollo de bacterias que consumen rápidamente el
oxígeno del caldo, aumentando la anaerobiosis y la posibilidad de
proliferación de organismos patógenos a suelos y plantas.
Fuente de agua
Si está
cargada de sales solubles, metales pesados, cloro o contaminantes
patogénicos, es inconveniente. Cuando esto ocurre, debe controlarse
antes de utilizarse.
El
control se realiza por análisis de laboratorio: químicos, físicos
y biológicos. Algunos indicadores groseros pueden ser realizados
personalmente, como la detección de olores relacionados con procesos
quimico-biológicos. Por ejemplo, si el agua huele a “huevo
podrido”, hay compuestos azufrados provenientes de procesos con
poco oxígeno. El olor “a cloro” puede indicar un previo
tratamiento a microorganismos patógenos. El olor “a tierra”,
indica la presencia de actinomicetes, hongos y algas, aspecto a
considerar cuando se elaboran caldos de calidad.
Materiales que pueden
añadirse
Son muy
variados los materiales que pueden incluirse en los caldos para
mejorarlos y darles un uso específico, para optimizar el desarrollo
de organismo útiles del suelo, y la producción vegetal. En este
tema, debe hacerse mucha investigación.
Agitación o remoción del
caldo
La
recirculación del medio líquido tiene dos objetivos: mezcla y
aireación y ambos procesos necesitan ser controlados. Si el mezclado
es muy rápido, pueden matar algunos organismos benéficos del caldo,
y es como si no se agitara. Si se airea demasiado, el exceso de
oxígeno también puede matar a microorganismo útiles, del mismo
modo que el problema anterior. En general en los suelos, los
organismos benéficos trabajan óptimamente con una tensión de
oxígeno moderada. Con baja presión de oxígeno, abundan los
organismos patógenos, muchas veces productoras de toxinas. Esto se
cumple en los suelos y en los sistemas de compostaje con reducida
aireación.
Una
recirculación escasa es un problema, pero se soluciona rápidamente
con mayor aireación, y de esa manera producir por ruptura de los
componentes sólidos, la mayor cantidad posible de sustancias
solubles.
La
recirculación puede realizarse en recipientes con sopladores y
burbujeo, o por contracorriente por impulsores mecánicos.
Aireación
La
escasez de oxígeno permite el desarrollo de microorganismos
facultativos aerobios, anaerobios, y estrictamente anaerobios. Los
anaerobios no son malos en sí mismos e incluso pueden generan
productos metabólicos que afectan a parásitos, pero su utilidad es
menor, respecto al balance de su daño-beneficio. Son siempre más
dañinos que benéficos, a las plantas y en los suelos.
Microorganismos que se
desarrollan en los caldos.
Es
deseable tener abundancia de bacterias, hongos, protozoos y nematodes
útiles. Cuando la diversidad es alta, la posibilidad de controlar a
los organismos patógenos por parte de los útiles, es mucho mayor.
Estas ventajas en los suelos, si son perdurables, mejoran la dinámica
del agua: mayor drenaje, menor escurrimiento, aumenta la cantidad de
nutrientes a las plantas y disminuyen los elementos tóxicos.
Relación cantidad de agua/
cantidad de compost
La
dilución es muy importante. Existe un máximo de dilución, pero no
pueden darse recetas y hay que experimentar mucho en este aspecto.
Condiciones ambientales
Temperatura,
evaporación y otras condiciones no biológicas, influyen en el
desarrollo de los microorganismos, por ejemplo:
Altas temperaturas evaporan más
nutrientes de la solución del caldo y concentran más las sales,
aumentando la conductividad eléctrica (CE), que puede ser un
inconveniente en aplicaciones a suelos y plantas.
Bajas temperaturas, desaceleran
el metabolismo de los microorganismos útiles.
Estos factores no
pueden regularse con exactitud.
El aumento de los
microorganismos en el caldo, eleva la temperatura del mismo, pero
mezcla bien, la
temperatura no sobrepasará los 35-40ºC.
Organismos benéficos
Si el compost se realizó
correctamente, los microorganismos del mismo en solución, pasan al
caldo.
Bacterias:
un buen caldo, tiene aproximadamente tienen 108 – 109
bacterias por
mililitro de caldo ( cien a mil millones de bacterias), la
mayoría de las
cuales son benéficas. Una concentración de aproximadamente
1012 bacterias/mililitro, es probablemente un caldo
bien elaborado.
Hongos:
Pueden contener de 10 a 50 mt de masa fungosa. En general, los
caldos
tienen más carbono soluble para el desarrollo de bacterias, que
para
los hongos, que son especialistas en utilizar el carbono de
sustancias
complejas de las maderas (pensar en las podredumbres o caries de
los
troncos de los árboles). Adicionalmente, la remoción rompe los
micelios
de los hongos y los torna inefectivos (invaden los sustratos
por medio de
sus prolongaciones que son los micelios o las hifas filiformes).
Protozoos:
El tiempo de extracción resulta en una gran proporción de la
presencia
de la concentración de éstos. Los protozoos se alimentan de
bacterias del
caldo, y aumentan en número. Esto debe evitarse, porque
desaparecen
bacterias útiles como por ejemplo Azotobacter, fijadora de
nitrógeno
atmosférico. Si el umbral de presencia de protozoos es alto,
y el tiempo
de mezcla en la solución es extenso, aumentaran los protozoos
y
disminuirán los microorganismos útiles. En estos casos, el
tiempo
de mezcla (brewing), debe ser breve. El ciclo reproductivo de
los
protozoos es de aproximadamente de 24 a 72 horas, de modo
que si
el tiempo de mezcla es breve, no se reproducirán, y mueren.
Sí el
tiempo de extracción es extenso, pueden aumentar en número,
aunque
con aireación,se evita el problema.
Los protozoarios flagelados y el género Amoeba, no
toleran
condiciones anaerobias y si el caldo lo es, mueren. De
este modo,
Estos grupos, pueden ser buenos indicadores de caldos bien aireados.
Los protozoarios ciliados son anaerobios y su presencia es
indicadora
de caldos mal aireados.
Nematodes: Como en el caso anterior, casi todos los nematodes en el
compost
pueden extraerse. Un buen compost puede contener varios
cientos de
estos organismos por gramo. Si para 45-50 Kg de compost se
utilizan
200 lt. de agua para una solución estándar, con una
cantidad de 10-11
nematodes por mililitro, la cantidad de nematodes total, será
de
2 x 106 (2 millones/200 lt.). Todos estos
nematodes pueden ser
beneficiosos y solo unos pocos en estos medios, tienen
régimen
alimenticio fitófago, característico de nematodes parásitos
de
cultivos.
Micorrizas:
No crecen en el caldo, aunque las esporas e hifas de estos hongos,
pueden estar en los comienzos de la extracción acuosa, ya
que un
compost bien hecho, pudo haberse enriquecido con micorrizas.
El proceso de altas temperaturas del compostaje aerobio,
destruyen
a menudo los esporas, de modo que puede haber presencia de
hongos
micorriticos, pero éstos no son viables.
Es beneficioso añadir inoculó o esporas de micorrizas, al
final de la
elaboración del caldo.
Composición de bacterias,
hongos, protozoos y nematodes.
La diversidad microorgánica, depende
de cada compost. Si la diversidad es escasa, el caldo no tendrá los
beneficios esperados. Para conocer la existencia de poblaciones
distintas, se recurre a análisis de laboratorios, pero es muy caro y
lleva mucho tiempo.
Estudios realizados por el Soil
Microbial Service (SMS), determinaron que en general las especies
encontradas en el compost, se encontraban también en el compost.
Algunas de estas especies encontradas
en el compost y que pasan al caldo, pueden sobrevivir, siempre que
tengan la nutrición adecuada. Es poco probable que esto suceda, aun
en los mejores caldos y por ello la selección de especies útiles se
realiza con un buen manejo.
La mayoría de los patógenos no
pueden competir en condiciones óptimas, con los benéficos.
En los estudios emprendidos por el
SMS, los hongos disminuyen la población de los caldos al ser
filtrados, debido a la ruptura de las hifas y los micelios, y los que
están no crecen bien por la mezcla y agitación. Los hongos
benéficos como Trichoderma, deben añadirse en el momento de
la aplicación del caldo.
La mayoría de los protozoos y
nematodes de compost bien realizados, aparecen en el caldo con
nutrientes equilibrados.
Caldos aerobios/caldos anaerobios
En los caldos, si las bacterias no
disponen del oxigeno suficiente, con el tiempo se hacen anaerobios.
El metabolismo anaerobio genera ácidos orgánicos: valeriánico,
butírico, fenólico, etc., los que afectan mucho el desarrollo
vegetal y de microorganismos benéficos. En general, hay tres clases
de bacterias, en función de los requerimientos de oxígeno:
estrictamente aerobias, estrictamente anaerobias y facultativas. Las
primeras exigen una concentración de 15-22%, parecida a la presión
atmosférica, por ejemplo: Pseudomonas, Bacillus y Aerobacter.
Las bacterias anaerobias estrictas
(menos del 2% de oxígeno), son por ejemplo: Clostridium y
las semiaerobias (8-9%) de oxígeno):,Escherichia coli,.
Klebsiella, Acinetobacter, etc.
Los facultativos y los estrictamente
anaerobios, incluyen algunas bacterias muy beneficiosas y otros que
son patógenos.
Los caldos pueden tornarse anaerobios
si se añade por ejemplo, melaza o algunos azúcares complejos, y no
se incorpora mayor cantidad de oxígeno.
Tal como sucede en el compost, los
malos olores en los caldos, son indicadores de escasa aireación. En
estos casos el crecimiento de los microorganismos se lentifica
agotándose los recursos alimenticios, generándose ácidos
orgánicos, los que serán consumidos posteriormente por los aerobios
para proveerse de oxígeno, tornándose el caldo aerobio otra vez.
Métodos de producción de caldos
En todos los sistemas de elaboración,
se forman en la superficie de los caldos, una película con abundante
cantidad de microorganismos. Con el tiempo, esta capa crece, se
introduce en el seno del caldo, y comienza a ser anaerobia. Los
ácidos orgánicos fuertes producidos en estas condiciones, pueden
combinarse con los metales de los recipientes que contienen los
caldos, se solubilizan y pueden integrar la solución. Por ello, los
recipientes metálicos no son recomendados.
Si el tiempo de “brewering” es
breve, y se limpia para remover el biofilm, el problema es menor. Los
contenedores preferidos son los de madera o plástico, porque se
limpian fácilmente y no se remueven metales.
Es el
método más antiguo. Proviene del tiempo de las viejas
civilizaciones egipcias.
Consta de
un recipiente con agua, dentro del cual hay un saco de arpillera o de
tela parecida, llena de compost y sumergida en el líquido. El jugo
de compost pasará al medio acuoso, y ese caldo se remueve, para que
ingrese oxígeno. El tiempo de extracción, puede ser de horas o
semanas. Luego la solución se filtra y se aplica. Si el compost es
muy maduro (C/N aproximadamente 12-10), la posibilidad que el compost
se haga anaerobio, es escasa. Si el compost es inmaduro (C/N
aproximadamente 20-30), con este sistema puede generarse mucha
anaerobiosis, debido a la abundancia de nitrógeno disponible para
los microorganismos.
Se
realiza en pequeña escala. El caldo se contiene en recipientes de
10-20 lt con un sistema de aireación desde el fondo. Se añade 1/3 a
½ de su capacidad con compost, y se termina de llenar con agua. El
aireador provoca suficiente turbulencia para el mezclado y la
aireación. El sistema se deja en funcionamiento dos o tres días y
luego se interrumpe la aireación. Se deja en reposo para que decante
la porción insoluble y que flote lo más liviano. Esta última fase
se retira del caldo, se decanta el mismo, y se saca también la
porción insoluble precipitada. En el recipiente debe queda sólo la
solución. Filtrar y aplicar.
Se
utilizan recipientes entre 20-200 lt. El agua recorre un circuito que
desde la parte superior del aparato, donde se rocía por medio de
aspersores que inciden sobre el compost apoyado en la malla,
extrayendo microorganismos y nutrientes. Este líquido así filtrado
vuelve otra vez a rociarse sobre el compost.
E
Aspersores
tapa
Compost
caldo
Bomba sumergida
Recirculación
En los recipientes grandes, los caldos pueden airearse mal,
salvo que se disminuya la cantidad de compost y ocupe la mitad del
recipiente. Si el compost es excesivamente maduro, no hay peligro
de anaerobiosis y de exceso del mismo. Si se añade alimento al
compost, pueden dentro de los 3 días, generar anaerobiosis.
Si se nota
malos olores, debe añadirse otra bomba de agua, para mayor
recirculación.
Es un
aparato diseñado para optimizar la aireación y la mezcla,
minimizando el tiempo de estabilización. Es un método similar al
anterior, pero con parámetros acotados. La entrada de oxígeno es
continua y abundante y si la alimentación suplementaria para los
microorganismos es correcta, los microorganismos benéficos serán
abundantes.
El máximo
de biodiversidad se logra en 18-24 hs. Después de ese tiempo, sufren
efectos adversos las bacterias y los hongos. El tiempo más breve,
economiza tiempo, film de microorganismos en la parte superior y el
brewing, facilitando la limpieza. Este caldo debe aplicarse
rápidamente en un lapso no mayor a las 20 horas de elaboración.
Método de aplicación
Foliar: Lo ideal es la aplicación con pulverizadores. Este
sistema comprende aplicaciones con mochila hasta tanque de 250-500lt.
Cuando se aplica al follaje, debe cuidarse de pulverizar en ambas
caras. Cuanto más pequeña es la gota, mas es la posibilidad de
adherencia y menor la posibilidad de escurrimiento de las hojas. Bajo
volumen y presión moderada es lo más indicado para este tipo de
aplicación.
A
suelos: Se aplica directamente en la línea de riego, en el surco
o en las bases de las plantas.
Elaboración de caldos para cada
necesidad
Lo ideal es que los caldos se
elaboren en función de la necesidad nutricional de especies
vegetales afines y suelos específicos, por ejemplo, suelos ricos en
materia orgánica necesitan caldos menos enriquecidos.
Los caldos pueden hacer aportes de
nutrientes importantes, aún en suelos con alta cantidad e materia
orgánica.
Los vegetales que han sido tratados
con exceso de agroquímicos en la temporada de desarrollo, pueden
eliminar microorganismos útiles de la superficie de las hojas. La
aplicación de caldos puede restituir los elementos perdidos. Del
mismo modo, los suelos bajos en materia orgánica, requieren alta
cantidad de microorganismos útiles, azúcares, ácidos húmicos. Los
caldos reforzados nutricionalmente aumentan el recurso nutricional de
los microorganismos del suelo.
Los caldos deben contener nutrientes
para alimentar a los microorganismos y también suministrarse
directamente a los vegetales que se aplican.
Los vegetales necesitan determinados
nutrientes, para ser resistentes a los patógenos y por ello se
indican caldos para cada tipo de suelo:
Si el suelo es rico en
sustancias orgánicas estabilizadas, estiércoles maduros, hojas
duras, con alto contenido de lignina, como las hojas de roble,
coníferas, etc., tiene un alto contenido de hongos saprófitos, de
modo que hay que suministrarle una abundante biomasa de bacterias,
para balancear la relación contenido de bacterias /contenido de
hongos.
Si el suelo es rico en
materiales orgánicos sin madurar como los estiércoles frescos y
los abonos verdes, el caldo debe contener mayor cantidad de masa de
hongos.
Este balance, debe verse con
referencia al vegetal, por ejemplo, los árboles requieren suelos con
mayor cantidad de hongos, mientras que los cultivos de pastos,
hortícolas, etc., requieren un buen balance bacterias/hongos.
Basándose en ello se determinan que caldos aplicar al follaje.
a) Preparados
Es conveniente partir de compost o
lombricompuesto bien balanceados.
Una receta tipo bien balanceada bacterias/hongos, puede ser:
5% de bosta (Excremento del ganado vacuno o caballar) madura
50% de material verde
45% de viruta o aserrín de
maderas duras.
El
compost típico fungoso necesita removerse, pero no intensamente,
porque
la
madera dura le comunica mayor porosidad. La temperatura metabólica
del
compost hasta los 55-60ºC, es desarrollada especialmente por
bacterias; con
sólo el 5% de estiércol, el nitrógeno alimenta bacterias
termófilas por sólo
4-5 días. La temperatura baja rápidamente
y comienza el trabajo de los hongos
y
desde ese momento, no es conveniente la remoción, para no romper las
hifas de los hongos y estos puedan propagarse en el caldo.
25% de bosta madura
50% de material verde
25% de material de
madera.
La cantidad y calidad de las bostas son esenciales: con mayor
cantidad de
nitrógeno orgánico, la temperatura se elevará rápidamente. Si el
nitrógeno es
elevado, puede con buena remoción del compost, llegar a temperaturas
de
cerca de 75-80ºC. La remoción es crítica y selectiva para la
supervivencia
de los hongos en este caso. Los hongos mueren por ruptura de
micelios.
b) Tipo de partículas
En un compostaje con predominancia
de bacterias, es importante que el material fresco y seco se pique
finamente, para aumentar la disponibilidad de nitrógeno a los
microorganismos y las bacterias crecerán muy rápidamente utilizando
el oxígeno al máximo. Para prevenir anaerobiosis, debe
suministrarse más aire, por inyección o por volteo de las pilas de
compost.
c) Añadido de materiales.
Los suplementos necesarios en los
suelos y superficie foliar, se determinan a menudo por las
deficiencias de macro y micronutrientes y de microorganismos escasos.
Los compost se refuerzan con
azúcares para aumentar el desarrollo bacterial, y con algas
solubles, cenizas, polvo de roca y ácidos húmicos, para mejorar el
desarrollo de hongos. Los mejores caldos satisfacen las exigencias de
la superficie foliar y de suelos.
Satisfecha las necesidades en el
compost y logrado esto la selección adicional para microorganismos,
puede hacerse con el añadido de componentes a la solución, antes
del filtrado para el caldo. Estos materiales pueden ser:
Extracto de ortiga (Urtica
sp.) y de diente de león (Taraxacum sp.).
Melaza
Azúcares complejos, desechos de
procesos agroindustriales como jugo de zanahoria, obtención de
pulpas.
Levaduras (aporte de aminoácidos
y vitamina B)
Polvo de diatomeas o algas
(minerales y proteínas)
Polvo de roca (minerales)
Los elementos mágicos no existen y a
veces suelen afectar al desarrollo vegetal.
Antes de aplicar un caldo, debe
ensayarse en una zona de la planta o en el suelo al que está
destinado.
Tabla de caldos
Acerca de las recetas
Las cantidades son dadas para 10
kg. de compost y 200 litros de agua. Esta concentración se ajusta
luego a todos los volúmenes.
Cuando el caldo sea rico en
bacterias, debe tener muy buena oxigenación.
Todos los materiales sólidos se
colocan en bolsas. Si son gruesos pueden tapar las boquillas y las
toberas.
El tiempo de solubilización
debe ser el necesario para solubilizar todos los nutrientes
posibles, y no extenderse demasiado, para no hacerlo anaerobio.
Los materiales son: melaza,
extracto de plantas y ácidos húmicos, que pueden añadirse a la
solución, al comienzo de la extracción. El material con micorrizas
se incluye al final de la extracción, o directamente al caldo.
El mejor caldo está dado por
nuestra experiencia. Las cantidades citadas, son referenciales.
El añadido de unos 500 gramos
de buen suelo, introduce microorganismos indígenas, material que
normalmente proviene de suelos con manejos orgánicos o integrados.
Si el caldo producido es bueno,
puede extraerse una alícuota para el próximo.
A (Caldo alto en
bacterias)
10 Kg. de compost bacterial
0,45 Kg. de melaza
30-200 gr de filtrado de plantas
(yuca, ortiga, diente de león, consuelda, etc.)
Si el caldo se torna anaerobio al
añadir los extractos, los microorganismos se alimentan de los
desechos anaerobicos y se convierte en aeróbico,haciéndo
benéfico.Hay que cuidar que siempre el caldo sea aeróbico y por
ello, hay que extremar la aireación.
B (Caldo bacterial)
La adición de diatomeas y cenizas
(elevación de pH), aumenta la cantidad de bacterias. Si el compost
no provee suficiente alimento bacterial, estos agregados pueden
compensar la diferencia.
C (Caldo b/h = 1/1)
10 kg.de compost b/h = 1/1
0,2-0,4 lt. de ácidos húmicos
0,25 Kg. de diatomeas o
levaduras (proteínas)
2 Kg. de polvo de roca.
Se añaden ácidos húmicos para
beneficiar el desarrollo de hongos.
D (Caldo con alimento
fuertemente fungal)
10 Kg. de compost
0,2-0,4 lt. de ácidos húmicos
0,2 lt. de cenizas alcalinas,
más diatomeas.
2 Kg. de polvo de roca.
Este caldo es fuertemente fúngico,
con una modesta alimentación bacterial.
E (b/h = 1/1. Maximización
de alimentación bacteriana.)
20 Kg. de compost bacterial
0,4 Kg. de melaza
25-150 gr. de extractos
vegetales
0,2 Kg. de diatomeas o polvo de
algas
F (b/h = 1/1 – compost con
melaza)
10 kg. de compost 1/1
0,4 kg. de melaza
Este caldo tiene un moderado
mejoramiento para el crecimiento bacterial.
G´ (Caldo b/h = 1/1 –
Fuerte alimentación microbiana )
G´´ = H (Caldo con
inoculación de hongos micorriticos y alimentación microbiana)
10 Kg de compost fúngico
0,4 Kg de melaza
0,25-0,5 lt. de ácidos húmicos
0,25- 0,150 lt. de extractos
vegetales.
0,2 Kg de cenizas y algas
diatomeas
2 Kg de polvo de rocas
Inóculo de micorrizas
La cantidad de esporas de hongos
(concentración micorrítica), no está bien establecida, aunque
tentativamente pueden ser 50-200 esporas por mil. de caldo, cantidad
conveniente para establecer la colonización. Antes de la aplicación
del caldo, éste debe diluirse con agua en 1/10. Cuando el te esté
por aplicarse, añadir los esporas para lograr la concentración
deseada.
Para forestales y frutales de
hojas caducas, cultivos de granos, pastos, arbustos y agrios,
deben utilizarse endomicorrizas arbúsculos vesiculares (VAM),
mientras que los vegetales de hojas perennes y algunos de
hojas caedizas pero muy avanzado el otoño, casi invierno,
requieren otro tipo de hongos micorriticos: ectomicorrízas.
Problemas y soluciones
- Problema ____________________Causa probable ___________________Solución
- Olores
ofensivos _______________desarrollo de anaerobios _____________Mayor aireación
- Respuestas
alérgicas____________ desarrollo de alergógenos ____________Cambiar el tipo de caldo
- Separación
de aguas y sólidos_____ escasa recirculación ________________Proveer recirculación Confiable
- Carece
de valor para las plantas ___pérdida de microorganismos benéficos __ Utilizar compost bien hechos e inocular microorg. útiles
- Obturación
de picos pulverizadores__materias con partículas grandes _______Utilizar mallas más chicas para mejor
filtrado.
- Reacciones
adversas de los vegetales: necrosis y marchitamiento
______________________________1. Hongos y/o bacterias inconvenientes. 2. Caldos anaerobios
______________________________________________________________ 1 ajustar caldos para plantas y 2 mayor aireación.
- Excesivo
escurrimiento del follaje __1. Gota muy grande 2. disminución de la pegajosidad y pérdida de microorganismos que se adhieren a las hojas
______________________________________________________________ Utilizar pico de rociado más fino. añadir surfactante que también sea alimento como yuca, aloe vera, etc.
- Variación de partidas de caldo ____“Brewing”
no monitoreado Gran variación en ingredientes por partida variación en calidad de aguas
_______________________________________________________________Monitoreado permanente, control estricto de los componentes por partida, utilizar la misma fuente y analizar
periódicamente.
_______________________________________________________________________________
Revisión bibliográfica de los
caldos o tés
La mayoría de los datos provienen
del sistema de prueba y error. La investigación en este tema está
en sus inicios y se necesitan realizar muchos más ensayos, para
comprender la interacción de los distintos factores que intervienen
en estos medios.
Los caldos de compost han ganado
atención como protectores foliares y mejoradores de las comunidades
microorgánica benéfica de los suelos. Una selección de Alemania,
Japón, Israel y USA, muestran caldos efectivos para estas
enfermedades criptogámicas:
Caldo de compost de bosta de caballo (Weltzein
1990)
Caldo de compost vacuno (Weltzein 1990)
Caldo de compost de bosta rumiantes y rastrojo del
cultivo
de frutillas. (Weltzein 1989)
Similar al anterior
Caldo bosta de ganado vacuno y aviar
( Elad, Shtienberg 1994)
Caldo de residuos de la elaboración de hongos
champiñones.
(Cronin, Andrews 1
Concepto del comportamiento
microbiano en suelos y plantas
La materia orgánica y el humus
proveen de alimentos y refugios a los microorganismos.
El suelo y los compost contienen una
muy rica diversidad de vida. La cadena alimenticia en los suelos es
la que abastece a la comunidad macro y microbiana que viven en estos
ambientes.
Esencialmente la producción de caldo
de compost, es un proceso “brewing” que extrae los
microorganismos del compost, incentivando su multiplicación al
brindarles el hábitat y los elementos nutritivos óptimos. Esto
incluye a las bacterias, hongos, protozoos y nematodes benéficos.
Cuando el caldo se pulveriza sobre
las hojas, los microorganismos benéficos pasan a ocupar los
micrositios foliares, y se alimentan de ciertos exudados, antes que
lo ocupen los patógenos, que prosperarían si no hubiese competencia
y antagonismo.
Un caldo ideal tiene amplia
diversidad y abundancia de microorganismos benéficos que cumplen
distintas funciones. Los microorganismos patógenos que están sobre
la superficie foliar simplemente no pueden competir con los benéficos
y por ello tienen poca probabilidad de generar enfermedades.
La Dra. Elaine Ingham, ecóloga de la
Universidad Estatal de Oregón (USA), realizó aportes muy valiosos
respecto a la cadena microbiana en suelos, compost y tés. Fue la
persona iniciadora en realizar análisis microbianos de suelos,
compost y caldos. Utilizando el método visual directo con
microcospía de luz epifluorescente, pudo establecer informaciones
útiles a los agricultores, para mejorar la microbiología de suelos
y compost
La aplicación de extractos foliares,
filtrados de estiércoles líquidos y caldos, puede extenderse en un
contexto de rizosfera y filosfera.
Características de un buen perfil microbiológico de suelos
Por gramo de suelo:
600 millones de bacterias y 15-20000 especies
150-300 mt. de masa fungosa y 5-10000 especies
10000 protozoos
20-30 nematodes útiles
200.000 artrópodos/metro cuadrado.
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Autor: Emilio Mirabelli
(Centro de Lombricultura, Facultad de Agronomía de Buenos
Aires)
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Bibliografía
Compost tea manual/1.1
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